“Hombres y mujeres de Salinas del Ecuador, bajo el sello de la comunicación, observan atentos el 'presente humano' y a las comunidades, para luego contar al mundo lo que sueñan” FAG
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El día en que los animadores comenzaron a ser Corresponsales Comunitarios |
En estos instantes estamos a 3550 metros sobre el nivel del mar y a 5 horas de Quito, es Ecuador, parroquia de Salinas, en plena sierra y mitad del mundo. Por los parlantes suena una radio comunitaria llamada “Salinerito”, emisora destinada a dar voz a las más de 30 comunidades que integran uno de los procesos de economía solidaria más admirados a nivel nacional e internacional y que permitiera en 40 años sacarlos de la extrema pobreza.
Como estamos más cerca del cielo, pudimos escuchar un mensaje que desde arriba indicaba la necesidad de formar nuevos “comunicadores sociales” para Salinas y así comenzar un proceso de interpretación, representación, educación y de comunicación junto a la gran trama de habitantes que desde el páramo al subtrópico desean un espacio que los haga salir del anonimato y la indiferencia.
Las acciones no se hicieron esperar y comenzó así el primer curso de Comunicadores Sociales para Salinas. Se inscribieron de manera entusiastas unas 30 personas, entre jóvenes, mujeres, hombres, líderes, extranjeros, políticos, representantes de instituciones, soñadores, temerosos y curiosos. Una gama de seres humanos se hacía partícipe del desafío encomendado desde el cielo: Hacer de Radio Salinerito la voz de un pueblo de economía solidaria.
El proceso educativo comenzó con el quiebre de una ceguera temporal que hasta hoy no les permitía ver eso vivo y promotor de sus posibilidades, aquello definido como el espacio de integración humana que trabaja por un objetivo que brinda bienestar a sus vidas, en resumen: la comunidad.
Para ello fue necesario que distinguieran qué comunidades integraban durante el día a través de sus prácticas cotidianas, muchos de ellos descubrieron la diversidad de espacios humanos que habitaban durante las 24 horas, comenzando por la familia, pasando por la escuela, el trabajo, las asambleas, los medios de trasporte, los deporte hasta el propio curso de comunicadores.
La pregunta surgió casi por añadidura: ¿qué necesita tu comunidad?, un breve espacio de silencio cubrió la sala, mientras los comunicadores descubrían por fin el poder y las posibilidades que tendrían de expresar lo “que necesitaban” al mundo mundial.
Nacen de este modo las poderosas razones de nuestro futuro trabajo como comunicadores en el ámbito de la educación civil, entregando las pautas de cómo alimentarse mejor, en el campo de género dando a conocer los derechos de las mujeres, a nivel turístico proyectando a Salinas como un destino para el extranjero, en términos de progreso como una comunidad que practica la economía solidaria y en la dimensión social, para que las comunidades pueden declarar sus demandas y progresos.
Estamos hablando de un mundo versátil en sus búsquedas.
Aquí la democracia participativa comienza por la mirada lúdica y constructiva de los niños salineros, los deseos de las tejedoras, las aspiraciones de las familias para obtener un mejor precio de la leche, los sueños de crecer como unidades productivas comunitarias en el caso de queseras y embutidoras, obtener una buena atención en el Subcentro de Salud, mejorar las vías de acceso, las escuelas, los centros infantiles, reunirse con efectividad en la Casa Comunal, caminar juntos por el bienestar de todos y de cada uno. En definitiva lograr que las comunidades tengan voz a través de la radio y desde los futuros comunicadores.
Poco a poco los estudiantes de comunicación fueron despertando y comprendiendo el rol que tendrían como líderes y agentes de cambio. Si bien algunos quedaron en el camino, la mayoría siguió en pie.
Las clases fueron profundizando en el tema. Comenzaron así los ejercicios comunicacionales, como hablar en público, leer en voz alta, distinguir las necesidades de sus comunidades, mejorar la vocalización, construir pautas radiales, editar, hacer spot, realizar entrevistas, contar historias, trabajar en equipo, descubrir desde la sensibilidad el mundo que los rodaba y finalmente, trabajar la intimidad del miedo hasta hacerlo desaparecer.
Era urgente enseñar y aprender que la comunicación posibilita los cambios, pero no desde un ejercicio mágico sino desde la constancia en dicho hacer, es decir, se es comunicador siempre, se es perseverante en un mismo mensaje, se practica aquello que se aspira transformar, se observa todo aquello que nos ayude a comprender e interpretar las realidades de otros, se empatiza con lo desconocido y se toma la responsabilidad de cambiar el mundo desde la acción.
Era un hecho, los comunicadores estaban listos.
El proceso de capacitación tuvo a su vez otros progresos como la oportunidad de ampliar la cobertura radial, hecho que permitirá a Radio Salinerito ser escuchada en toda la Provincia de Bolívar y con ello tener una nueva frecuencia: 89.90 FM. Pero lo más importante de estos avances es la futura instalación de la red inalámbrica de internet en las propias comunidades salineras, lo que significará mayor conectividad y un mejor flujo de información, además de la presencia de la radio en todos los lugares y una oportuna respuesta ante las urgencias de las más de 30 comunidades, muchas de ellas sin presencia médica, sin señal de celular y/o de teléfono.
El proceso inspiracional de la comunicación en Salinas, llamada por el Padre Antonio Polo como el “nuevo nombre del amor”, está llegando a diversos grupos humanos, ya sea a los animadores de cada comunidad para transformarlos en corresponsales comunitarios, a los niños, los líderes del mañana, a través de un proyecto de capacitación denominado “Radiorevista: Los derechos de los niños” y por último, la posibilidad de crear nuevos comunicadores en el propio Colegio Agropecuario de la parroquia.
Por ahora ya existen 21 comunicadores sociales, quienes un 14 de diciembre del año 2011 lograron graduarse y crear así el “Día de la Comunicación” en Salinas.
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Graduación de la primera promoción de Comunicadores Sociales de Salinas, 2011 |
Es importante distinguir que el valor del proceso está en el aporte constructivo de los seres humanos, en su voluntad, en sus ganas de arriesgar y de cambiar su propia postal. Es más, existe un elemento poderoso, inexistente en los libros, que permite la realización de este sueño y es la presencia del amor, acción universal que mágicamente nos revela el talento humano, el de otros y el propio. De ahí la preponderancia de poner el corazón en todas las cosas, sin duda garantiza el buen resultado.
¡Estamos inspirados! Y hoy tenemos un sueño mayor que no confesaremos.
Lo importante del presente salinero es que existen 21 personas-líderes-comunicadores-humanos despiertos, que velan por sus comunidades, que hablan desde ellas y que a la vez, le muestran al mundo de qué están hechos los seres humanos situados en la sierra ecuatoriana, a ¡3550 metros de altura!